Título: Los dulces años
Autora: Lavyre Spencer
Editorial: Zeta
590 páginas
Autoconclusivo
¡Hola gente bella! Saben, esta es una reseña que será algo complicada de hacer.
Con el grupo de las Robertas elegimos leer a Spencer porque Celes la adora, de paso chequen su reseña sobre Los dulces años que es di-vi-na, y lo más interesante es que el grupo tuvo opiniones de todo tipo como la de Gime -acá su controversial devolución-, mientras que Anto... a esperar que lo reseñe nomás.
Respecto a mí, saben que del lado de los románticos amo demasiado a Nora Roberts pero quería probar algo más así que, entre todas, elegimos seguir el fangrileo de Celes por Spencer y decidimos leer Los dulces años.
¿Qué decir de la historia que las chicas no hayan expresado ya?
Les cuento.
En Los dulces años tenemos a Linnea una joven de dieciocho años que viaja a Alamo para ser maestra en su escuela rural (hablamos de la época de la guerra, aclaro), y desde el primer momento que se cruza con Theodore, quien la va a buscar en la estación, comienzan a chocar.
Admito que la fricción entre ellos me diviritó un poco porque se me hacía absurdamente infantil, pero a su vez, me inclino a pensar que no acostumbro a leer tanto dramatismo de ese estilo... Necesitaba leer algo así.
Los personajes son algo dispares en cuanto a impresiones. Adoré a cada uno de los integrantes de la familia de Teddy e incluso me encantaron aquellos que le hicieron la vida imposible a Linnea en la escuela, tanto los niños como sus familia, me parecieron bien logrados para ser secundarios.
Pero, los dos principales.
Linnea se me hizo por momentos infumable, admiraba su temple y algunas decisiones que tomaba cuando se trataba de manter la escuela o cuidar a los niños, pero no admito para nada la dualidad de momentos intanfiles y de irascibilidad en donde ponía el grito en el cielo por costumbres de "gente de campo", bien rurales, contra las de ella "chica de ciudad".
Ahí choqué un poco, sobre todo porque, pese a que ella era la maestra de ciudad y demás que tenía estudios y los demás no, la forma de quizás denigrar o maltratar simplemente por superioridad de saberes se me hizo chocante cuando, supuestamente, era una maestra de lo más increíble.
Salvo esas actitudes, Linnea por momentos me parecía increíble y admirable y, por otros, un personaje digno de sacrificar en el inminente Halloween.
Teddy es otro tema.
Él me cayó bien de entrada, quizás porque le paraba los pies un poco a Linnea y los tratos que tenía con su familia se me hicieron encantadores aunque, como con Linnea, me pasó que tenía algunas actitudes que no entendía pero no fueron tantas, porque justo ahora no logro recordar ninguna que me genere.
El ritmo de la historia me pareció bien llevado, pese a que tiene algún que otro capítulo relleno, no puedo quejarme.
Pero destaco el estilo de narración.
Las descripciones que daba la autora, alguna que otra frase memorable al remermorar viejas épocas, las explicaciones, contextualizaciones, los espacios abiertos y los pequeños detalles de los cerrados. Me encantó su forma de escribir, pese aque su protagonista por mometos no acompañó.
Reconozco que esperaba más de Linnea aunque a su vez culpo a Nora Roberts porque sus chicas suelen caerme muy bien y lo ansiaba aunque el no-leo-a-otra-romántica me jugó en contra, lo sé.
En fin: una protagonista que tiene muchos puntos para detacar, buenos y malos, un protagonista que adoré, una vuelta de tuerca dramática hacia el final que me dejó en shock y de la cual no quiero hablar, personajes secundarios para amar a rolete.
Calificación: 4/5 Entonces, el final ¿se considera abierto, o no?
¡Hasta aquí mi reseña!
Los leo en los comentarios.
Autora: Lavyre Spencer
Editorial: Zeta
590 páginas
Autoconclusivo
Linnea
Cuando Linnea llega a Alamo no se imagina que aquel irritante hombre que la recibe en la estación se convertirá en su gran amor. Con sólo dieciocho años, la alegre Linnea es la profesora que abrirá un hueco dentro de la comunidad y intentará conquistar un hueco dentro de la familia que la alberga.
Teddy
Theodore es un granjero de treinta y cuatro años que vive con su madre y su hijo adolescente y se siente sumamente irritado ante la llegada de Linnea, no sólo no respeta las reglas tácitas de la comunidad sino que la tiene viviendo en su casa.
Lentamente en el día a día de una tranquila comunidad rural surgirá entre ellos el amor, Teddy atemorizado ante la diferencia de edad intentará alejar a la joven, pero Linnea sabe muy bien lo que quiere, y no está dispuesta a desaprovechar lo que sabe que es su destino.
Cuando Linnea llega a Alamo no se imagina que aquel irritante hombre que la recibe en la estación se convertirá en su gran amor. Con sólo dieciocho años, la alegre Linnea es la profesora que abrirá un hueco dentro de la comunidad y intentará conquistar un hueco dentro de la familia que la alberga.
Teddy
Theodore es un granjero de treinta y cuatro años que vive con su madre y su hijo adolescente y se siente sumamente irritado ante la llegada de Linnea, no sólo no respeta las reglas tácitas de la comunidad sino que la tiene viviendo en su casa.
Lentamente en el día a día de una tranquila comunidad rural surgirá entre ellos el amor, Teddy atemorizado ante la diferencia de edad intentará alejar a la joven, pero Linnea sabe muy bien lo que quiere, y no está dispuesta a desaprovechar lo que sabe que es su destino.
Mi opinión:
(sin spoilers)
¡Hola gente bella! Saben, esta es una reseña que será algo complicada de hacer.
Con el grupo de las Robertas elegimos leer a Spencer porque Celes la adora, de paso chequen su reseña sobre Los dulces años que es di-vi-na, y lo más interesante es que el grupo tuvo opiniones de todo tipo como la de Gime -acá su controversial devolución-, mientras que Anto... a esperar que lo reseñe nomás.
Respecto a mí, saben que del lado de los románticos amo demasiado a Nora Roberts pero quería probar algo más así que, entre todas, elegimos seguir el fangrileo de Celes por Spencer y decidimos leer Los dulces años.
¿Qué decir de la historia que las chicas no hayan expresado ya?
Les cuento.
En Los dulces años tenemos a Linnea una joven de dieciocho años que viaja a Alamo para ser maestra en su escuela rural (hablamos de la época de la guerra, aclaro), y desde el primer momento que se cruza con Theodore, quien la va a buscar en la estación, comienzan a chocar.
Admito que la fricción entre ellos me diviritó un poco porque se me hacía absurdamente infantil, pero a su vez, me inclino a pensar que no acostumbro a leer tanto dramatismo de ese estilo... Necesitaba leer algo así.
Los personajes son algo dispares en cuanto a impresiones. Adoré a cada uno de los integrantes de la familia de Teddy e incluso me encantaron aquellos que le hicieron la vida imposible a Linnea en la escuela, tanto los niños como sus familia, me parecieron bien logrados para ser secundarios.
Pero, los dos principales.
Linnea se me hizo por momentos infumable, admiraba su temple y algunas decisiones que tomaba cuando se trataba de manter la escuela o cuidar a los niños, pero no admito para nada la dualidad de momentos intanfiles y de irascibilidad en donde ponía el grito en el cielo por costumbres de "gente de campo", bien rurales, contra las de ella "chica de ciudad".
Ahí choqué un poco, sobre todo porque, pese a que ella era la maestra de ciudad y demás que tenía estudios y los demás no, la forma de quizás denigrar o maltratar simplemente por superioridad de saberes se me hizo chocante cuando, supuestamente, era una maestra de lo más increíble.
Salvo esas actitudes, Linnea por momentos me parecía increíble y admirable y, por otros, un personaje digno de sacrificar en el inminente Halloween.
Teddy es otro tema.
Él me cayó bien de entrada, quizás porque le paraba los pies un poco a Linnea y los tratos que tenía con su familia se me hicieron encantadores aunque, como con Linnea, me pasó que tenía algunas actitudes que no entendía pero no fueron tantas, porque justo ahora no logro recordar ninguna que me genere.
El ritmo de la historia me pareció bien llevado, pese a que tiene algún que otro capítulo relleno, no puedo quejarme.
Pero destaco el estilo de narración.
Las descripciones que daba la autora, alguna que otra frase memorable al remermorar viejas épocas, las explicaciones, contextualizaciones, los espacios abiertos y los pequeños detalles de los cerrados. Me encantó su forma de escribir, pese aque su protagonista por mometos no acompañó.
Reconozco que esperaba más de Linnea aunque a su vez culpo a Nora Roberts porque sus chicas suelen caerme muy bien y lo ansiaba aunque el no-leo-a-otra-romántica me jugó en contra, lo sé.
En fin: una protagonista que tiene muchos puntos para detacar, buenos y malos, un protagonista que adoré, una vuelta de tuerca dramática hacia el final que me dejó en shock y de la cual no quiero hablar, personajes secundarios para amar a rolete.
Calificación: 4/5 Entonces, el final ¿se considera abierto, o no?
¡Hasta aquí mi reseña!
Los leo en los comentarios.
Mi reacción al terminar el libro: